Un hombre fue pillado in fraganti tomando fotos por debajo de las faldas de las mujeres por una de sus víctimas, quien lo encaró frente a la decena de pasajeros del metro de la ciudad china de Nanjing.
La mujer se dio cuenta que el sujeto tenía una cámara escondida en un bolso, la que curiosamente apuntaba hacia su falda, por lo que decidió avergonzarlo en público y no quedarse en silencio como muchas otras personas harían.
La víctima grabó al acosador para que todos conocieran su rostro, junto con denunciarlo ante todas las personas que estaban en el vagón del metro.
Pese a que en una primera instancia el hombre negó su crimen, ante la presión de la mujer no pudo hacer nada más que reconocer el acto y asegurar que nunca más lo volvería a hacer.
Sin embargo, eso no fue suficiente para la víctima, quien le pidió que quitara la tarjeta de memoria de su cámara y lo obligó a morderla hasta que la destruyera completamente.
Apenas el tren se detuvo, el acosador salió huyendo, aunque sólo por un rato, puesto que más tarde el hombre fue detenido por la policía local.